sábado, 5 de marzo de 2011

Una ciudad, tres tendencias.

*Face palm* "Por qué decirles 'estúpidos' pareciera no funcionar"

Siempre he sentido las ganas de dar una descripción un poco más atípica de la ciudad en la que vivo, de la ciudad en la que nací, de la ciudad en la que crecí.

Ciudad Guayana o mejor conocida como Puerto Ordaz, o como algunos cavernícolas con pelo liso y pantalones de tubito prefieren llamarla “pzo” ¿Por qué? Coño, no tengo idea, anteriormente era “poz”, el cual me parece más lógico como abreviatura. Dejemos de lado tanto tecnicismo estúpido y pasemos a lo que es mejor; mi ciudad descrita por tres tendencias.

Yo he estado un tiempo en otras ciudades, un mes en caracas y dos en margarita (conocida en este blog como la isla del silicón) así que tengo dos perspectivas de ciudad bastante claras para comparar en el sitio en el que vivo y al que prefiero llamar amorosamente como “Mi pequeño desierto cultural”, no porque la ciudad en sí sea mala, sino por la gente que la habita. Después de haber estado en una metrópolis toxica e incómoda como caracas, llena de gente molesta en el metro, niños idiotas, corrupción, delincuencia y, aunque no lo crean; cultura a montones y luego de pasar por una ciudad/estado turística con una mentalidad haitiana pero con muy buenos sitios para visitar, esta ciudad me deja un mal sabor de boca, más aún la quiero como el pedazo de tierra que parió al maldito que hoy escribe en este blog.

Tres tendencias son las que definen a mi ciudad y a su gente, solo tres, tan corta está y tan joven es (tan solo 50 años tiene), una ciudad que se planificó para ser un auge monumental de la industria, llena de posibilidades y que después de un tiempo un par de idiotas vestidos de rojo destruyeron, esa es la ciudad en la que hoy vivo.

Lo primero que vas a notar en Guayana es su juventud, su muy idiota, infantil y retardada juventud. Desde hace un tiempo acá los jóvenes guayaneses han perdido su personalidad y cada vez se han vuelto más las copias baratas de los caraqueños, claro que han puesto su toque personal al asunto, no una pisca sino un balde completo de estupidez a la mezcla da como resultado a mocos como estos:



Un viejo sabio hace mucho me contó mientras me prendía un cigarro con su zippo que si quería fumar tenía que tener un zippo y ese día sería un hombre completo; aún no tengo el zippo pero me falta poco. También me dijo que una ciudad se definía por su juventud y luego, con su brazo flácido y tatuado señaló a un carajo con pantalones que parecían descojonarlo y me preguntó ¿Tú crees que ese imbécil es más decente, culto y tiene más futuro que tú o yo? Nosotros fumamos, bebemos y le gritamos a quien nos hable feo, pero sabemos bien que debemos trabajar y ganarnos el pan, y los cigarros… Ellos por el contrario lo obtienen todo por sus padres y hacen todo solo para que los vean. Tengo que ser claro, ese viejo dejó una marca muy grande en mi cerebro (sí, el maldito me abrió el cráneo) y me hizo ver cosas distintas.

Ahora, acá los jóvenes son, en su mayoría el epítome de la idiotez y la ignorancia, ellos se burlan de quienes saben y juran por las bolas de sus padres que son lo máximo. Cada vez salen con algo nuevo y obviamente, cada vez es más estúpido, ¿Por qué me meto tanto con ellos? Porque se supone que en un tiempo ellos van a ser quienes dirijan esta ciudad, entonces ¿No me va a dar arrechera que unos ineptos sean quienes compartan conmigo lo que se supone que debemos mejorar? No quiero escuchar el cuento de que es algo pasajero porque conozco tipos de 30 años que siguen comportándose como peleles.

A ver, repasando las etapas de esta juventud pasamos de mis tiempos en los que el rock estaba de moda y existía variedad de gustos musicales a una época en donde las pistas de reggaetón mal hechas y el perreo dominó el ambiente. Pasamos de practicar deportes extremos a niños que juegan futbol solo para mostrar sus zapatos. Pasamos de salir a joder en casa de amigos o a plazas a bares frusleros y bananeros. Pasamos de Hi5 a Facebook y a idiotas subdesarrollados que se toman fotos del abdomen pensando que son sexys, díganme ustedes si esto es sexy:
El niño cree que se ve bien y, para peor pertenece a los "Diablox'" grupo de niños "malos".


A mí me parece una tendencia un tanto denigrante ya que un joven caraqueño observa a estos párvulos pendejos y seguramente piensa “que tristes estos tipos” porque no solo se copian de otros pensando que son geniales, sino que le agregan más y más huevonadas a lo que ya de por sí es una pendejada.

Pero hay más ejemplos, ¿Díganme si crear grupos en Facebook con fines “sociales” no es una fruslería? Tal vez un grupo para avisar de fiestas sería pasable, pero… ¿Un grupo de puros hombres que se llama “Los Woolf” que busca “Lobas” para ir de rumba? Dude, no sé si reírme o llorar. ¿O uno llamado “Diabloxx” que se dedican a ser “Chicos malos” pero que se dicen que se aman? No mames, pana eso es triste…


Dos imágenes dicen más que un millón de mis palabras. "Woolf's en acción" 

Claro que no solo hay culos, también existen los hipsters, sí, aquí hay hipsters y muchos otros wanna be’s de toda mierda, está de moda ser bisexual, también vestirse como hipster y decir que son “Hippies”, todo tipo de mariquera pensable es posible acá. Vamos a ser claros, hoy en día la mentalidad Hippie no tiene cabida, decir que eres hippie es simplemente decir que eres un pendejo que busca atención y no consigue otra forma de ser, así que va y se copia de lo que en algún momento fue el epítome de la individualidad.

Dejemos de lado a la juventud y enfoquémonos en la cultura general de mi pequeño desierto, la cual está entre casi nula y por debajo de cero. Cuando hablo de cultura general me refiero a la cultura general ciudadana, ya saben, no botar basura en cualquier lado, buenos días, buenas tardes y buenas noches, prioridad a los ancianos, el rojo del semáforo significa alto, no se entra por donde dice salida, etc. Aquí, esa cultura no existe y es una marca característica del Guayanés, “El guayanés maneja con el culo” “En Guayana las señales están al revés” etc. Es lo normal acá que estando el semáforo en rojo el idiota de atrás toque la corneta para que te apures y pases, huevón de mierda, no voy a cruzar por más que pites. O por ejemplo, vas a salir de un centro comercial y te topas con un idiota que trata de entrar por la salida y para peor, el cabrón te toca la corneta y te insulta porque le trancas el paso, ¿WTF? -Pasa en las películas, pasa en cualquier maldita ficción, no pasa en otro lado, pero si pasa en Guayana- Increíble ¿No? En mi ciudad, la ignorancia y la soberbia no son una enfermedad buscando ser erradicada, es una tendencia aplaudida.
Así es como todo debe estar dispuesto en la ciudad; ¡Vuelto mierda!

Por último, pero no menos importante es la total falta de eventos culturales y la desidia en Guayana. No basta con tener jóvenes idiotas, tampoco con incultos enardecidos, también hay que tomar en cuenta que existen pocos lugares a donde ir para poder escapar de todo y que para peor, son frecuentados por muchos mongolos de esos.

Aquí hay solo un cine, dos clubes de los cuales uno se la pasa lleno de niños pendejos, muchas discotecas reggaetoneras y de tercera y un solo bar alternativo en el cual hacen buenos eventos. Hay un buen concierto cada alineación planetaria, casi nunca verás una buena obra de teatro aparecer, las plazas están vacías y son inseguras, las calles dan asco y para peor, todo siempre está oscuro, entonces ¿Qué mierda hay de bueno por acá? Pues nada, a menos que tengas amigos y seas creativo o, en su defecto; que tengas mucho alcohol y una casa en donde bebértelo, por lo demás no encontrarás gran diversión en la ciudad.

El único centro comercial grande es un asco ya que vive lleno de ineptos y el de la competencia no tiene nada interesante más que la feria de comida, así que de verdad, en materia cultural y de entretenimiento, Guayana, es un total, completo y literal Desierto Cultural.

No exagero, son solo esas tres tendencias las que definen al sitio en donde vivo, en caracas por más sucia e incómoda que es, al menos, siempre tuve algo que hacer en ella, siempre conseguía un buen bar o podía sentarme en alguna plaza a fumar en paz (bajo mi propio riesgo claro), en margarita podía caminarme media ciudad (Porlamar) tranquilamente porque la brisa marina de verdad que era genial y porque a los artesanos valen la pena tratarlos, además hay muy buenos sitios para estar un rato sentado y solo ver el paisaje y acá, lo único que disfruto es a los degenerados de mis amigos y las bebederas, por lo demás, si pudiese cambiar de ciudad y llevarme en una maleta a mi tropa, lo haría. 



1 comentarios:

Grom, no eres el único, yo viviendo en España, pasa igual... No es un fenómeno aislado sino más bien general del todo el mundo occidental sobre todo por Hispanoamerica por lo que veo.

Aquí, en mi pueblo, la desidia típica de Castilla ha ido a su mayor extremo y, cada vez, parece más una Necropolis, como fue con los Visigodos, que un verdadero pueblo, su cultura es la típica que describe Baroja, a excepción de la Juventud que se parece a lo que tú hablas en este articulo. Mi pueblo es Herrera de Pisuerga(Palencia) y vive en un caciquismo, al igual que toda Castilla y España, y una total falta de ilustración e hipocresía propia de quien cree que lo tiene todo. Yo he nacido y vivido doce años en Valladolid (capital de la seudo-castiillayleón), y, aunque no hay tanto desidia, es prácticamente igual, pero peor porque viven en la cárcel de la Ciudad, que deja de ser el párroco por ser las ideas políticas por lo que es igual, diferente forma pero mismo objetivo.

Un saludo de Samuel, nos vemos...

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