Mis profesoras lesbianas

No se porque ni tampoco lo entiendo pero al parecer el mundo me odia, ¿El mundo? ¡Toda mierda me odia! No lo sé pero joder, pareciera que se pusieron en contra mía desde hace un tiempo y han hecho de las suyas de una manera bastante puta y descarada, joder, si no es una es la otra y al parecer a estos tres individuos les gusta meter mis bolas en nitrógeno líquido para sacarme de mis casillas.

Lo del transporte público no fue bonito, pero es algo que a cualquiera le podría pasar de vez en cuando, tampoco es algo fuera de lo común que todo me ponga de mal humor, ni mucho menos va a ser raro que una persona tenga mala suerte de vez en cuando, pero ya esto es el colmo, en lo único en lo que me iba relativamente bien era en la universidad, en lo único en lo que Murphy y sus secuaces no metieron sus narices, hasta ahora. Resulta que, por alguna razón irónica y retorcida del destino ahora me veo en una situación no solo incómoda sino coño de madre, imagino que muchos han tenido en su vida profesores/as que les han hecho de alguna manera la vida imposible o que los han jodido un poco, ya saben, les agarran las bolas y se las tintinean un poco para incomodarlos y en el peor de los casos, pues le echan un jalón para que les duela, pero nunca pasan de ahí a menos que sean profesores sádicos y con una malformación cerebral que los impulsa a cometer actos de crueldad hacia la casta humana llamada estudiante. Genial, nada raro que reportar, Nano tiene un profesor/a que le jode la paciencia ¿Y que con eso? Ah no nada, realmente nada, solamente que son dos, son mujeres, son feministas, son sádicas ¡Y SON LESBIANAS! ¡COÑO!

No tengo absolutamente nada en contra de las lesbianas, es más, estoy sumamente acostumbrado a tratar con ellas y a llevarlas porque la gorda hizo algo bueno al enseñarme como tratar a una lesbiana, con los años te acostumbras a todas las cosas bizarras que se te cruzan, pero una cosa es una amiga feminista-lesbiana y la otra es una profesora feminista-lesbiana, imagínense dos, dos lesbianas feministas y malhumoradas, que odian a los hombres, con distintas características y que, para peor, son novias, ¿A caso no es hermosa esta ironía? Yo las llamo las Femé-fatale.

Ah por cierto, las dos zánganas no solo son lo que antes mencioné y no solo me dan clase, no, además tienen que darme las dos materias mas jodidas e importantes de todo el semestre; programación y cálculo matricial, ¡Bravo!

Coño, de verdad, una cosa es tener mala suerte y la otra es tener una jodida mala leche que te termina poniendo los pelos de punta. A la larga uno diría que bueno no importa, ellas son lo que son y eso no debería afectarme en lo más mínimo respecto a mi desempeño académico, pues eso sería lo idóneo si no fuese por el hecho de que en mi salón a lo sumo somos siete personas de las cuales cinco somos hombres y las otras dos son mujeres muy feas, entonces ¿Qué conjetura pueden sacar de todo esto? Pues sí, estoy frito. No basta solo con esto, sino que además pasa que ya una de las dos profesoras me odia y la otra va en camino, todo por culpa de un palurdo con menos de la mitad de un dedo de frente (la verdad es que es medio calvo así que tiene frente, mas no mucho cerebro) al que se le ocurre fastidiar a la profesora con chistes machistas, ¿Cómo diablos vas a contar chistes machistas en una clase gobernada por una feminista peligrosa y armada con una nómina que puede cagarte el semestre? ¿De dónde sale tanta estupidez? Soy audaz, no tarado.

Empecemos por la primera, la profesora de programación, la Femé-fatale número 1.

A primera vista es la más calmada, dócil y buena gente, ella habla suavecito y nos trata bien y con mucho respeto, el problema no es como nos trata sino lo que verdaderamente siente hacia nosotros. Primero que nada nos extorsiona, nos exprime la billetera con tal agilidad que pensarías que es toda una timadora, una seductora, pero no, nada de eso; la verdad es que simplemente usa un arma muy poderosa, tus calificaciones. A mí me vale cholo sacar 100/100, yo con un 70 voy más que bien, el peo es cuando ese 70 se ve amenazado por un inescrupuloso y peligroso bolígrafo que, tienta a la mujer con dejar mis 70 puntos en unos miserables 30, cosa que no me favorece en lo más mínimo. En palabras simples ¿No me brindas un café todas las clases? Olvídate de pasar la materia. ¡Ouch!

Pero por un café dos veces a la semana no moriré, el problema es que esta profesora es de esas que da por sentado que los estudiantes ya saben del tema que va a dar y en vez de explicar desde cero, arranca desde un punto avanzado y si no le sabes responder te tacha de burro e ignorante, coño yo sé programar un poco, estoy empezando y esta es apenas la 2da programación que veo, la otra fueron nociones básicas ¿Pretendes que me sepa el alfabeto japonés? No me jodas, soy muy inteligente, pero mi índice intelectual no es tan alto.

Pero por si fuera poco, esta dama con puñal tiene la mala costumbre de enviar proyectos de clase tan jodidos que uno piensa ¿Qué diablos quiere de mí esta tipa? Para mí una respuesta evidente es que quiere mi virginidad anal.

En resumen, la primera es una dama sutil con armas sutiles, te quita tu dinero, te hace pasar las más negras situaciones al humillarte por no saber lo que se supone que debería enseñarte ella y además es una sádica de closet ya que disfruta a escondidas ver que nos arranquemos el pelo con los proyectos que envía, y luego dice que no es feminista. Cabe destacar que a las dos mujeres, por más feas que sean, nunca les manda proyectos de tal magnitud.

Pero creo que la segunda dama, la Femé-fatale más peligrosa es la profesora de cálculo, esta es al parecer el hombre de la relación y ya verán porque.

Es ruda, directa, de voz alzada, tóxica, ácida y muy, muy cuaima, di algo mientras ella está hablando y te apuñalará con su mirada, mejor dicho, te acribillará.

De damisela en peligro esta no tiene nada, es hasta mas ruda que yo, yo como tachuelas y huevos crudos en el desayuno mientras ella engulle ojivas nucleares todas las mañanas, se almueza una estrella al medio día y se come de cena una galaxia para terminar el día, dejando así a mi villano favorito Galactimus como un amateur que come malvaviscos, como un puto beginer.

Yo no me amedrento fácilmente y puedo decir que tengo las bolas suficientes como para no inmutarme físicamente cuando la profesora me lanza su ácido, pero me cuesta una bola mantenerme en pie y tengo que decirme a mí mismo en todo momento “soy un macho, soy un macho”, pero a la larga no me sirve porque macho o no, ella tiene el control de mis calificaciones y un solo bajón y me lleva por el medio.

Ella explica bien, pero explica muy rápido, sin mencionar que también te hace pasar a la pizarra a ver cómo te derrites el cerebro y haces corto circuito con los problemas matriciales que pone, es exigente con cada uno de los pasos de las operaciones y no cree en la premisa “El resultado no importa, importa el procedimiento”, ¡No! A la mierda el procedimiento, ¡O me haces las vainas con resultados perfectos, procedimientos perfectos y además una lamidita de concha o te pongo cero! ¿No prefieres un facial de semen? Perra…

Hoy me tocó un examen con ella y cuando lo vi me cagué de la risa, dos pinches ejercicios sencillos, o eso pensé. Solo con decir que me dio tiempo de hacer uno nada más basta para saber lo jodido que puso ese examen.

Ya conocen a mis dos profesoras y conocen sus bondades, ambas son unas damas respetables y muy recatadas pero con inclinaciones homosexuales, pero no he dicho nada que a cualquiera le haya pasado ¿Cierto? Pues la cosa se pone fea porque la dama tóxica me odia y a todos los hombres en general también, agreguen a eso que un tarado de mi salón es (como antes mencioné) un idiota que no se mide e intenta agradarle a una lesbiana feminista contándole chistes machistas y a eso espolvoréenle un poco de “voy a decirle a mi novia que los joda a todos” y obtendrán algo llamado “Pastel de venganza lésbica de doble capa”. Así es mi suerte.

No paro de maldecir a Murphy y a las deidades frikis de su calaña por ponerme en tan agraviada situación, pero no importa, Nano puede con todo. Eso creo…