lunes, 25 de octubre de 2010

Inoportunidades

Coño! Que jodida es la gente que no sabe a qué puta hora joder, no entiendo porque no captan el simple hecho de que hay horas del día en el que no se jode de ninguna forma, no se llama por teléfono, no se mandan mensajes de texto, no se toca el timbre ¡NO SE HACE UN COÑO!


No puede ser que cada vez que quiera dedicar tiempo para echarme las bolas al hombro y rascármelas tenga que aparecer cualquier palurdo a joder de alguna forma, ya sea enviándome mensajes de texto sin relevancia o llamándome por teléfono para preguntar idioteces. También están los malditos imbéciles que parecen no tener casa y aparecen en la tuya para comerse tu comida y echarse tu aire, que molesta es la gente inoportuna, esa gente que de verdad no se da cuenta cuando no la desean, no hablo de la gente ladilla sino de los inoportunos, esos que llegan en los momentos en que no quieres que nadie te joda.

Muchas veces estas personas propiamente no son ladilla, es mas la mayoría de las veces te entretiene pasar tiempo con ellas; pero existe una oscura característica dentro de su comportamiento, es que al parecer la parte del cerebro que te dice “no es momento de…” a ellos no les sirve o son tan arrechos que pueden ignorar el instinto natural que tiene el ser humano para darse cuenta cuando no lo quieren o cuando está jodiendo. Ese tipo de gente y las situaciones que genera su comportamiento fuera de lugar es algo que no solo me pone de muy mal humor sino que es como si me agarraran por las gónadas y me arrastraran kilómetros de distancia, me jode más que las mujeres calienta huevos, esas que casi te lo acarician pero cuando llega el momento de la verdad se van sin dejar rastro ¡Puta madre!

Yo de por si soy una persona medianamente misántropa, quiere decir que no me gusta la sociedad, no me gusta la gente o al menos a medias así que generalmente evito a las personas; pero no es así siempre ya que existen las situaciones cotidianas en las que busco socializar como toda persona relativamente sana. El peo comienza cuando la gente se me acerca sin yo quererlo, todos mis amigos saben que si yo no les hablo o no los busco entonces no se me tienen que acercar porque no los quiero cerca y los únicos que lo hacen son la gorda y el gordo, los demás ya saben que no saldrá nada bueno de eso. Pero los que no me conocen, o los que creen hacerlo y confunden mi “simpatía” con “me caes bien, llámame cuando quieras” son los que detesto más ¿Por qué? Porque no hay forma de meterles en la cabeza el hecho de que quiero que estén lejos coño, son personas que tienen la maldita mala costumbre de hablarme al MSN y preguntarme pendejadas y luego, cuando notan que no les respondo empiezan a presionar; “¿Estás ahí? ¿Aló? ¿Holaaaa? ¡Hay que aburrido eres!” Y cuando les contesto que dejen de joder empiezan a joder más ¡coño! Son gente sin un ápice de materia gris y con la peor educación del mundo ¿Sus padres no le enseñaron que a nadie le gustan los ladillosos?

No es por nada pero a mí me gusta dormir y relajarme, me encanta olvidarme de que el mundo existe y solo dedicarme a no hacer nada, a ver el techo del cuarto y a pensar en cuan sexy es mi computadora, de vez en cuando una pajita esporádica y luego a pegar los párpados, que buena vida… Pero esa fantasía se ve comúnmente interrumpida por el maldito celular, el timbre, o el teléfono porque siempre hay algún huevón que me toca los huevos de alguna manera.

Un ejemplo muy interesante de esto es que justo cuando terminaba de escribir el párrafo de arriba un imbécil del banco me llama para cobrarme las deudas de mi madre ¿Esa gente no sabe que nadie quiere contestarles el maldito teléfono? Entonces… ¿Para qué coño llaman? ¿Son maricones o qué? Verga…

No puede ser que cada puta vez que yo me proponga a hacer algo o a no hacer nada haya gente que tenga que tocarme los huevos de alguna manera, puede ser alguien por el MSN o cuando duermo alguien me manda un mensaje de texto, mil vainas que si analizan mi carácter sabrán que me hacen arrechar.

Hablando de inoportunidades, hace cierto tiempo cuando caminaba por un centro comercial fumándome mi cigarro en paz, llega un tipo que no conozco y empieza a joder…

Tipo: ¿Y por qué fumas?
Yo: …
Tipo: ¿Sabes algo? Eso te hace daño, yo lo dejé.
Yo: Que interesante.
Tipo: Eso mata.
Yo: Ya lo sé.
Tipo: Entonces ¿Por qué fumas?
Yo: Porque tarde o temprano me tengo que morir ¿Tu porque lo dejaste?
Tipo: Porque quiero vivir más.
Yo: Seguramente te mueres en uno o dos años, chao.

Al parecer la gente intenta ser buena samaritana pero no comprenden que en un mundo como el de hoy a nadie le importa tu opinión a menos que tengas dinero o influencias y un buen ejemplo son las votaciones en Venezuela.

Entiendan que de verdad hay cosas que a cualquiera le molestan, y si a cualquiera le molestan seguramente a mi me ponen el triple de mal que a otros entonces ¿Por qué joden? No lo entiendo, y lo digo aquí porque de alguna manera algunos lectores han conseguido mi MSN y me agregan solamente para hincharme los huevos con preguntas pendejas y temas de conversación insulsos ¿Sabían que un buen porcentaje de mis lectores son niños de 13 a 16 años? ¿Se imaginan lo frustrante que es tener que tratar con mocosos ladillosos? Yo no tengo problema con que me lean ya que algo deben aprender de esto, es más les agradezco que lo hagan; pero si tengo problemas graves con el hecho de que me hablen para decirme idioteces, si me van a hablar, coño tengan al menos la astucia de intentar sacar un tema interesante o de al menos hacerme sentir más grande de lo que ya me siento, pero no me jodan.

También tengo encima a la gente que tiene la mala costumbre de llamarme, bien sea temprano en la mañana o tarde en la noche, o a la hora de mi siesta a la 1 de la tarde. Esa gente no entiende por más que se lo repito “dejen de joder”, no les contesto el teléfono y ellos piensan que estoy en el baño y que no puedo contestar, sí, existe esa posibilidad pero si al cuarto intento no te contesto entonces es más que seguro que no estoy en casa o no quiero hablarte. También están las plagas amigas de mi hermana, esas vainas si joden, joden, joden, ¡JODEN! No paran de llamar ni de venir a la casa a hacer y decir huevonadas todo el tiempo, que si a cocinar torta o a hacer “trabajos” ¿Creen que me importa su futuro? ¡NO! Solo quiero poder andar en pelotas en mi casa sin que las carajitas se quejen, si soy feo pero es mi casa y ellas son unas intrusas, y según las leyes las puedo matar en defensa propia… Hm, no suena mal, puede que intente algo al estilo Terminator o Rambo.

Es más, lo mas hijo de su madre de este artículo es que lo estoy escribiendo en medio del bullicio de mi casa ya que está repleta de carajitas chillonas hablando taradeses y en tonos muy molestos, de verdad mi hermana y sus amigas son el arquetipo perfecto de “persona-que-nano-odia”.

Ya lo dije antes y lo repito de nuevo, soy hasta cierto punto una persona misántropa, no los quiero a todos por igual, los odio a todos igualmente, entonces ¿Por qué diablos se empeñan en seguir jodiendome? No lo sé…

Atte. Nano.


1 comentarios:

Che q buen blog la verdad me hizo reir un rato!, te sigo mr.

abrazo desde Argentina!

PD: Una hora a la q no se jode claramente es al mediodia (la hora de comer)

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