Me invitaron al cumpleaños de una otaku D=

¿Cómo te sentirías si una otaku empedernida te invita a sus quince? ¿Qué dirías? ¿Cómo reaccionarías?

Pues siendo yo le dirías que no de plano, pero algo me hizo aceptar la invitación y fue la curiosidad de saber cómo sería el quince años de una otaku exageradamente obsesionada con el anime, y cuando digo que es una obsesión lo digo en serio, solo piensa y habla sobre ese tema y se comporta como si fuese un personaje de anime, a ella le gustan los juegos de rol en los que se hace pasar por personajes y escenifica peleas y escenas de las series, es algo perturbador pero la curiosidad de ver que ridiculez hacen ahí me mata.

Voy a ir, tengo que hacerlo si quiero poder ver que es lo que va a pasar pero siento que de alguna manera esto va a salir mal para mí. No mencionaré nombres, no es necesario pero si tengo que decir que seguramente en este caso la curiosidad matará al gato.

¿Por qué hacerlo? ¿Por qué tener que soportar un tormento de tal magnitud solamente por querer ver algo que seguramente me parecerá exagerado y bochornoso? ¿Por qué tener que soportar gente que me cae mal y gente que hace lo que no me gusta? Seguramente es porque muy dentro de mí existe un pujo suicida que me dicta hacer cosas estúpidas solo porque si.

Como dije antes, la amiga es un tanto muy exagerada con sus gustos y viene de una familia excéntrica y muy adinerada, cosa que representa un riesgo enorme para mí de un potencial “quiero mis quince” al estilo otaku, algo así como “Si no me traes a Naruto en persona haré un hara-kiri papi” y lo más triste es que todos los invitados a la fiesta son otakus, más o menos media población es otaku y yo, por ser un maldito mal afortunado tuve que tener contacto con su mejor amiga y para peor, caerle bien a la niña cuando me la presentaron, ¿A quién demonios le caigo bien desde el principio? Todos mis amigos me han odiado antes de ser mis amigos, a muchos los he robado, a otros hasta traicionado y a muchos les he pateado el culo. A esta señorita no la traté diferente que a cualquier otra muchacha que me presentan; un hola muy seco, una cara de culo notable y un completo cinismo, todo para que me comparara con Makoto Shisio (personaje de Samurai X) y que me dijera que le caigo bien porque “no soy como los demás”, coño, que halago más común y poco creativo.

Yo tengo que decir que no odio a los otakus, la verdad es que varios que conozco me caen bien y son bastante interesantes de tratar ya que al menos están sumergidos en una cultura que, aunque no me parece la más interesante, es mejor que muchas otras cosas. Pero reflexionando un poco llego hasta ese punto de decirme a mí mismo ¿Estás seguro de poder soportar eso? Sé que soy duro, que soy un legionario, un macho vernáculo con pelos hasta en los dedos pero si dudo un poco de mi capacidad para soportar un asedio prolongado de otakus y sus excentricidades, digo, puedo aguantarme a uno y luego sacármelo de encima pero ¿Puedo con cientos?

Otra cosa que me hace querer y no querer ir son los eventos planificados, corren los rumores de sus amigas que en vez del vals, quieren hacer una coreografía de artes marciales y que la música será íntegramente J-Rock. Quiero ir porque ver y fotografiar eso sería un Epic win para publicar, pero tampoco quiero ir porque vamos, hay que ser realistas, voy a querer vomitar.

Me imagino cosas como una Sakura saliendo de un pastel y a la cumpleañera cortando el pastel con kunais, no sé, la imaginación no basta para imaginar cual millón de sandeces se le crucen por la cabeza a la chica, ni mucho menos para quien sabe qué locura se le ocurra como evento para los invitados, tal vez un concurso de cosplay o un J-karaoke, la verdad no lo sé, pero coño, maldita curiosidad que me carcome.

Algo que si no estoy dispuesto a hacer es ir disfrazado, la chica otaku QUIERE hacer su fiesta de disfraces y yo no me voy a disfrazar, a lo mucho iré con mi franela del cabeza de zanahoria pero no más, que no me pidan nada porque no llevaré ni regalos. A decir verdad no sé qué pasará en esa fiesta y no estoy seguro de querer ir, pero si voy estoy seguro de lo siguiente:

-          Me voy a reír de ellos.

-          Me voy a mear encima de la risa.

-          Me va a dar asco luego.

-          No me podré emborrachar porque a ella no le gusta el alcohol.

-          Más de un otaku me va a ladillar porque mi franela les gustará.

-          Llevaré mi propio alcohol.

-          Voy a mandar a comer mierda a muchos.

-          No iré disfrazado.

-          Le caeré mal a muchos.

-          A los masoquistas les caeré bien.

-          Algo raro saldrá del pastel.

-          Le van a regalar toneladas de mangas y animes piratas.

-          Más de uno se verá ridículo.

-          Wendy Sulca estará cerca.

-          La tigresa también.

-          Veré a más de un Sasuke.

-          La mitad de las mujeres estarán disfrazadas de Sakura.

-          La quinceañera hará un cospley raro.

-          Me iré temprano.

Al parecer el mes de marzo será un tanto friki, pero no se puede evitar, si voy a esa fiesta creo que no tendré que escribir porque llenaré mi teléfono de fotos y las pondré todas para que se meen de la risa.

No es un ultra artículo, no quiero quejas, solo es algo que se me ocurrió escribir en mi bloqueo cerebral, tenía muchas ideas pero ahora no logro plasmar ninguna en letras, eso me frustra y hasta me recorta el léxico a solo cosas como “Puta madre, coño, que mierda, que huevo” etc.

Pero de todos modos ¿Ustedes que piensan que pasará? ¿Valdrá la pena el calvario?