Pobre pulpo.

Creo que no hay hecho mas irónico que el de hoy, el arma más potente y mística de los alemanes se volvió en su contra y predijo su caída, lo que me parece gracioso no es que hayan perdido ante España (equipo inferior a Alemania debo admitir, aunque Alemania jugó algo mal) sino que ya es la segunda vez que se encuentran en un partido de gran importancia y los alemanes pierden.

Paul, el pulpo pitoniso, aquel que no fallaba ninguna predicción dijo que Alemania, su hogar y sus patrones caerían ante España y con eso los alemanes dijeron que Paul era no menos que un fraude, lógica respuesta para alguien fanático de Alemania, la cual les metió cuatro arepas de salchicha alemana a los argentinos (que comentario tan idiota de meridiano) y que cae un gol por cero ante la selección española, que triste y que divertido para mí, ver como caen los sueños de miles de pendejos hasta los suelos es algo que me genera un placer inconmensurable e inconcebible, simplemente no puedo entrar en mí de tanta felicidad.

Paul ha predicho (hasta donde sé) con completa certeza todas las victorias de Alemania y su derrota frente a España, antes de esa derrota los teutones adoraban a su pulpo, era el ser viviente más importante de la faz de su país, ni siquiera el presidente tenía más atención, creo que ni Justin Beiber pudo obtener más atención que este pulpo luego de haber dicho la estupidez de “¿Qué es Alemania?”. Pero el pobre cometió el error que seguramente le costará la vida, eligió la ostra equivocada y se posó en una bandera indebida, ahora seguramente su vida corre peligro. Los alemanes no tienen fama de tolerantes y si de que les gusta mucho comer, además que tienen el pasado nazi mordiéndole las nalgas todo el tiempo, aunque ya no lo sean, pero seguramente sus antiguas raíces barbáricas de épocas medievales se desatarán en contra del pobre pulpo que, habiendo cometido un error estúpido como lo es predecir la caída del equipo alemán en semifinales, ahora está al borde de ser solo un plato de paella de pulpo (que irónico, si entienden a que me refiero).

El pobre pulpo debe de estar muerto del miedo, chorreando tinta como si de diarrea se tratase, en un rincón de su pecera ya que al ser un adivino debe estar seguro de que su futuro no pinta nada bonito, a menos que el pobre sea tan cínico y tan sádico como para que su propia muerte y consumo ritual sea graciosa.

Puedo imaginarme además a miles de alemanes comiendo pulpo a la misma hora (almuerzo o cena) como forma simbólica de decir “odiamos a Paul”, ya que un pulpo tan pequeño no debe alcanzar para tantos cerveceros que seguramente hay en Alemania. Los restaurantes deberán estar copados o los estuvieron, pero seguramente pasará y más de uno debe sentir un profundo odio hacia los pulpos y hacia los adivinos y/o psíquicos, pitonisas, etc.

Ni siquiera el hecho de que los franceses hallasen elegido a sus jugadores por el horóscopo me parece más irónico que este hecho, el fin de un pobre animal que cometió la boludez más grande de su vida y que ahora por palurdo se lo van a comer en paella, creando así una comedia de su muerte bastante macabra e irónica, “el pulpo que predijo la victoria española, ahora es un plato de paella”.

No puedo parar de reír y seguramente ustedes les parecerá gracioso esto, si eres alemán o le vas a Alemania entonces lo lamento por ti, pero su pulpo pitoniso les fallo, cometieron el mismo error de Hitler al confiar en lo oculto y cayeron de la misma manera, estúpidamente.

Se despide, cagadísimo de la risa, nano.